En estas fechas en las que se inicia la cuenta atrás de un año más y a muchas les viene una temporada de estrés (reuniones familiares, Papá Noel, Reyes, cenas de empresa etc..etc..), os hemos preparado dos posts que hablan sobre una técnica muy usada estos días: el Mindfulness.
Lo escribe Gabriela Hernández, quien nos comentará como ha incorporado ella esta técnica a su propia experiencia diaria como madre. Aquí os dejamos la primera parte.
¡Que lo disfrutéis y que sea de utilidad!
____________________________________
¿Quién no ha tenido momentos de desesperación, de no saber que hacer o cómo actuar ante los lloros de nuestro primer bebe, o las exigencias de atención de los hermanos en los momentos mas inoportunos?. ¿Quién como madre, no se ha sentido cansada, agotada, e incomprendida?
Es como si la realidad aumentada de nuestros sentimientos nos invadiera. Solo quien ha sido madre comprende el cumulo de emociones que se vive. A veces he tenido la sensación de estar en un reality o en un gran hermano, donde todo se magnifica y parece cuesta arriba, desesperante.
Te apetece gritar, salir corriendo y te cuestionas a ti misma, dándole vueltas a los por qués y las culpas… ¿será que no soy buena madre?, ¿es que no debí tener un hijo con esta pareja?, ¿debí quedarme solo con uno?, etc, etc….
Pero luego, a veces más tarde de lo deseado, pasa… Al final siempre pasa y llega una sonrisa, un gesto o un roce con la piel de nuestro bebe, un beso, un abrazo de nuestro hij@ que nos tranquiliza, que nos permite sacar fuerzas y continuar.
En mi caso, tuve que volver a trabajar pronto, mi primer bebe fue a la guardería desde los 4 meses y yo en el trabajo estaba cansada y pensaba en mi bebe todo el rato y luego en casa, pensaba en el trabajo que tenia pendiente. Con lo que al final, nunca estaba 100% en momento presente. Era un circulo vicioso, del que al fnal pude salir con una valiosa herramienta que os quiero recomendar, el Mindfulness o Atención Plena.
Todo consiste en prestar atención al momento presente, disfrutando de las pequeñas cosas, no hay que hacer nada más, pero en los tiempos que vivimos no es fácil y aunque la teoría es muy buena, la práctica es difícil, ya que estamos a una y mil cosas todo el tiempo.
Yo misma mientras escribo este artículo ahora, estoy con la tele encendida viendo a ojeadas una peli con mi marido y pendiente de que tengo que ir a darle una vuelta al bebe que está durmiendo.
Otro ejemplo muy común es ir al parque y ver que los padres estén con el móvil sin parar chateando o hablando por teléfono. Con lo que prestar atención al momento presente sin juzgar, es una técnica que debemos trabajar e intentar ser constantes, ya que una vez que la incorporemos a nuestro día a día en la medida que podamos, es una herramienta de mucha ayuda para las madres.
Para nuestra suerte, la practicamos de manera inconsciente cuando estamos por ejemplo durmiendo a nuestros hijos y todo lo demás desaparece, escuchamos su respiración, sentimos su cuerpecito, su calor…. Estamos conectadas con ellos y nada más existe; o cuando jugamos con ellos y el tiempo pasa sin que nos demos cuenta.
Vivir el momento presente es uno de los mejores regalos que nos podemos hacer a nosotras mismas y a nuestros hijos.
El estar centrado, te permite disfrutar al máximo de los buenos momentos y potencia tu instinto para resolver las situaciones de estress. Por ello, espero haber despertado tu interés en esta técnica, basada en la meditación y que en la segunda parte de este artículo avanzaremos.
Te detallaré 7 de las prácticas que me han sido más útiles en los diferentes roles que tengo en mi día a día, como madre, amiga, mujer trabajadora, con mi pareja, con mis compañeros de trabajo, hijos, familiares, amigos, etc.
¡Hasta la II Parte!!
Post invitado de Gabriela Hernández