Ya vamos llegando a esa época del año que, aunque todos deberíamos estar animosos y súper llenos de energía, pareciera que sucede lo contrario. Nos faltan horas y como dicen por ahí «no nos da la vida» para llegar a todo: el trabajo, los niños, los recados, la pareja, las compras navideñas y un largo etcétera que llegando las doce uva no terminamos de completar. Y aparece el temido estrés, el bajón y la consecuente pérdida de enfoque en nuestros objetivos diarios.
Y para tener herramientas útiles a mano, en el post de hoy os traigo unas cuantas recomendaciones para evitar que el estrés disminuya nuestra productividad, alejándonos de lo que nos hemos propuesto llevar a cabo durante el día. Seguro que más de una es conocida, pero recordarlas no está de más. Aquí las tenéis.
1. Empieza el día moviéndote. Y me dirás «pero si apenas tengo tiempo para caminar de un sitio a otro con mi rutina». Pues estírate al despertarte, sacúdete mientras estás en la ducha. Y si tienes que sacar a tu mascota, hazlo a paso acelerado. Ya verás como la energía se apodera de tu cuerpo y el día lo inicias con otra actitud. Eso que llaman por ahí «comerse el mundo».
2. Crea tu armario para la oficina o para tu día a día: Tener identificadas las prendas que usarás durante tu semana de trabajo (fuera o dentro de casa) te facilita mucho las mañanas, tanto que será solo cuestión de escoger y poner. Ya sea que lo organices por colores, combinaciones o prendas, es un tiempo incalculable (y un dolor de cabeza) que te ahorras con un armario organizado.
3. Recuerda por qué estás haciendo lo que estás haciendo. ¿Cumplir con todas tus tareas es lo que te está manteniendo con un nivel de estrés elevado?. La casa impoluta, los niños perfectos, la mascota ideal, contestar emails, revisar las redes sociales etc..etc…etc. Pues si esa es tu motivación, cada vez que te acuerdes del motivo de tu estrés, quizás se baje la intensidad, ya que lo tienes más que justificado. Pero si por el contrario recordar el motivo de tu estrés genera que se incremente el nivel de angustia que estas sintiendo, para, haz algo totalmente diferente y retoma lo que estabas haciendo luego.
4. Afronta tu día con listas. No solo en la oficina es recomendable llevar una agenda y hacer una lista de las tareas que tienes que llevar a cabo. En casa también. Y ponerte alarmas y dedicar un tiempo específico a tareas domesticas, contestar emails, subir la foto de tu peque a tu red favorita, etc..etc… etc. Es planificarse, no se llama de otra manera.
5. Regálate un momento para la reflexión, la meditación y el descanso. Sonríe, saluda. La productividad esta relacionada con nuestra manera de afrontar lo que debemos hacer todos los días. Evitar que el estrés se apodere de tu horas no solo es cuestión de paciencia, también de organización y mucho espíritu optimista.
¿Cuándo estás agobiada, que sueles hacer para mantenerte productiva?
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