En un post anterior os pusimos en contexto en relación al Mindfulness.
Hoy Gabriela Hernández nos cuenta como lo ha puesto ella en práctica para poder vivir el aquí y el ahora sin agobiarse y disfrutando cada momento, sobre todo con su pequeño.
Aquí lo tenéis… ¡Disfrutad!
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Continuando con la tarea de encontrar el equilibrio en nuestro día a día y tener herramientas que nos ayuden a afrontar nuestra compleja tarea de ser madres, os traigo 7 ejercicios de Mindfulness, sencillos pero muy potentes. ¡A mi me han servido un montón..!
Lo más importante es encontrar el momento adecuado, sobre todo las primeras veces donde no sabemos como parar. Tenemos miles de cosas en la cabeza y ese momento de tranquilidad se nos antoja imposible. Te recomiendo comenzar con la practica que más te identifique, es decir, hazte algunas preguntas como, soy más de oir, de sentir, de ver o de saborear…. En general respirar y contar funcionan para casi todos.
1.- Respira. Es la base fundamental, lo que nos da la vida y lo hacemos sin darnos cuenta. El ejercicio consiste en ser consciente de ello por un minuto. Toma el aire por la nariz y sácalo por la boca, cierra los ojos, pon tu mano en el vientre e intenta no pensar en nada más.
2.- Cuenta. Para ayudarte con la respiración, puedes también contar mientras respiras, asi evitas centrarte en pensamientos que te alejen de lo que estas haciendo. Esta técnica la puedes usar también en momentos que te sacan de tus casillas y antes de gritar o tener una reacción que luego puedas arrepentirte, cuenta hasta cinco a la vez que respiras
3.- Observa conscientemente. Es muy efectivo si observas a tu hijo mientras duerme, como si nunca lo hubieras visto, detállalo al máximo, su color de piel, de cabello, sus pequeñas manchas características, la forma de sus manos, de sus pies, solo mirarlo sin hacer nada más, intenta hacerlo como mínimo por un minuto.
4.- Siente a tu hijo, conéctate con el. Es similar a la anterior, para las que somos mas de tocar y sentir. La puedes usar mientras amamantas o duermes a tu hijo. Cierra los ojos y conéctate con él a través del tacto, lo suave que es, su temperatura, su olor, etc.
5.- Siente tu cuerpo. Es muy importante que estes bien contigo misma, tu cuerpo ya no volverá a ser el de antes, por eso debes conectarte con el y darle las gracias por llevar dentro a tu/s hijos. Técnicas útiles son por ejemplo, darte un suave masaje mientras te pones crema o un baño relajante. Se consciente en cada momento de cada parte de tu cuerpo, intenta relajar tus músculos si hay tensión y sobre todo date mucho cariño ti misma. Te lo mereces.
6.- Escucha. Si necesitas cargar energías, date unos minutos para escuchar tu canción favorita, si puedes estar un rato a solas, cántala como en el mejor karoke. Pero si lo que necesitas es tranquilizarte, busca música de relajación. En Internet puedes encontrar muy buenas opciones y quédate unos minutos sentada o tumbada con los ojos cerrados para tener tu momento. Céntrate solo en la música, en el ritmo, las voces, los instrumentos que suenan y vive la canción.
7.- Saborea. Si te gusta cocinar busca el momento para preparar uno de tus platos favoritos. Puedes disfrutar desde la selección de los productos en la tienda, hasta los olores mientas lo preparas y cocinas, el tacto, el ruido que genera. Haz de cocinar y de probar lo que haz hecho una experiencia plena.
Sigue practicando, se constante y veras como disminuye el estrés. En menos de lo que te imaginas, conseguirás estar más tranquila, con más momentos de satisfacción. Serás una madre más alegre, positiva, comprensiva y calmada.
Sino lo consigues por ti sola, ya que no es fácil, busca ayuda en un grupo o en un especialista. Yo retome el yoga un día a la semana y me fue de gran ayuda.
Permítete vivir una maternidad plena, para que le transmitas la energía positiva que necesitan tus hijos para crecer sanos y felices.
Post invitado de Gabriela Hernández.